Antonio García Escobar, cinematografista de Alfonso XIII
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| Antonio García Escobar |
Antonio García Escobar (11 de marzo de 1861, Lérida – Écija, 12 de junio de 1920) fue uno de los pioneros más destacados de la cinematografía española.
Estudió medicina pero abandonó la carrera al cuarto año. Posteriormente estudió en la Academia de Infantería y a partir del 20 de agosto de 1879 en la de Administración Militar, obteniendo el grado de alférez.Al parecer la vida sedentaria de funcionario del ejército no le atrajo, y pidió el reemplazo hacia 1890 para dedicarse, durante cinco años, a los negocios. Su vocación de emprendedor le llevó a fundar compañías de seguros y mercantiles. (Gran Vida, año XVIII, núm. 205, Madrid, julio de 1920, pág. 207). Desde ese año aparece interesado por la fotografía y residente en Barcelona. Es fotógrafo de la casa Rus y uno de los que fotografía maniobras militares en Calaf en noviembre de 1890. El álbum de estas maniobras fue entregado por el propio Escobar a Martínez Campos y a la reina regente María Cristina de Habsburgo. Podría ser este el inicio de su futura colaboración con la Casa Real. En 1891 es nombrado secretario de la Sociedad Fotográfica Española.
En 1896, en su condición de militar de reemplazo, pidió volver a ejercer en activo para luchar en la Guerra de Cuba, donde fue condecorado por sus méritos. (Gran Vida, p. 207). Tras su regreso al final de la guerra se encuentra en Madrid, donde abre, el 5 de enero de 1900, una tienda de artículos de fonografía, fotografía y cinematografía llamada “El Graphos”. En lo que se refiere al cinematógrafo, un artículo aparecido pocos días después, el 17 de enero, en El Liberal, asegura que es la única casa de Madrid que impresiona películas. El 17 de marzo de 1900 La Época da cuenta de la primera película de la Casa Escobar: Carnaval de Madrid en Recoletos.
En 1901 el rey hace llamar a Escobar, pues está interesado en comprar una cámara de sencillo manejo para filmar películas. No solo esto, sino que recibió el encargo del propio Alfonso XIII de completar la colección de aparatos cinematográficos y fotográficos del monarca. A partir de 1902 aparece como cinematografista oficial de la Casa Real. Se instala en palacio un “gabinete cinematográfico” con sala de proyecciones y estudio de rodaje. En agosto de ese mismo año rueda películas sobre la coronación real, y el Viaje de S.M. por el norte de España. La prensa santanderina recoge el rodaje de la entrada y salida del rey de la catedral de la capital cántabra por Escobar. La serie completa del viaje está en octubre a la venta.
También rueda la visita del rey a Cartagena en verano de 1903 y en el verano de 1904 a Santiago de Compostela. En el número de diciembre de 1904 de la revista La Fotografía (Madrid, año IV, núm. 39, págs. 82-86), Antonio García Escobar hace unas interesantes declaraciones sobre sus gustos cinematográficos en un artículo titulado "Los progresos del cinematógrafo":
«Hay películas para el público y películas para los gustos educados, para los artistas. Son las primeras, aquellas en que se derrochan el ingenio y el dinero para producir escenas artificiosas, cuadros de magia, transformaciones, historietas de toda clase de colores y mil invenciones más, que son de seguro efecto para el público que paga. Admirando yo todo el mérito que tales combinaciones reúnen; aplaudiendo el esfuerzo de imaginación, el talento en la composición y demás cualidades que tales cintas cinematográficas suelen reunir, declaro que no me gustan ni divierten la centésima parte de lo que me entretiene y complace un trozo de vida. […]
Las fábricas que más a la cabeza marchan en la construcción de aparatos y, sobre todo, en la impresión de películas estudiando asuntos ya artísticos, de actualidad o de espectáculo, son las de Pathé, Gaumont, Warvich, Aurban [sic, por Urban], Méliès, Mester, Edisson, Paul y otras de menor importancia.
El ingenio de los artistas que discurren los cuadros puestos a contribución por la competencia en el buen gusto de los fabricantes nos hacen gozar de reproducciones de la vida real y reconstitución de hechos históricos, cuya preparación de actores, atrezzo, vestuario, decorado, ensayos, etc., etc., se eleva a veces a bastantes miles de francos.
Prueba de ello son las películas de María Antonieta, El reino de las hadas, Cristóbal Colón, El barbero de Sevilla, Los siete castillos del diablo y tantas otras cuya longitud oscila entre los 300 y 1000 metros, y en las que actúan 100 y 150 personas con trajes de la época a que se refieren, y todos los accesorios necesarios al justo éxito del espectáculo.
En España, desgraciadamente, no se ha desarrollado esta industria, no solo por estar ya los mercados dominados por las casas extranjeras, sino porque las películas que proceden de las casas constructoras tienen a su ingreso de España un formidable recargo en su precio por los elevados derechos de Aduana. A pesar de ello, aun hay quien logra obtener asuntos de actualidad, y gracias a esa decidida afición a seguir los adelantos y progresos podemos admirar alguna vez, y aun hacer que pasen las fronteras la reproducción de nuestros mayores acontecimientos.»
A . G. E. [Antonio García Escobar]
Antonio García Escobar, “Los progresos del cinematógrafo”, La Fotografía (Madrid), diciembre de 1904, año IV, núm. 39, págs. 82-86. [enlace al pdf del original digitalizado: grupo.do]
Ciertamente, Escobar no fue muy original ni estuvo interesado en las películas de ficción. Sin embargo puede ser interesante ver qué pensaba del panorama cinematográfico de su época. Las grandes producciones a que se refiere eran películas caras y habitualmente coloreadas a mano fotograma a fotograma. He aquí una de esas películas, Cristóbal Colón, de 1904, una producción de Pathé, dirigida por Vincent Lorant Heilbronn y escrita por Lucien Nonguet:
Al comienzo de este artículo declara su preferencia por las películas documentales, a las que denomina con la expresión "un trozo de vida", el lema del naturalismo de Zola por excelencia. También sorprende cómo menosprecia el cine que más éxito tenía en la época, las fantasmagorías o féeries del estilo de Méliès, a las que, aunque indirectamente, califica de películas de no muy buen gusto, en oposición a las que prefieren los "artistas", "los gustos educados".
Más tarde filma el Homenaje a Echegaray (19 de marzo de 1905), que se celebró en las escalinatas de la Biblioteca Nacional para honrar al dramaturgo español que el año anterior había obtenido el Nobel de Literatura. (Homenaje a Echegaray, vídeo en la plataforma de la Filmoteca Española). La película aparece reseñada en el Heraldo de Madrid, martes 21 de marzo de 1905, pág. 2.
Heraldo de Madrid, martes 21 de marzo de 1905, pág. 2.
También realizó varias cintas sobre los actos del centenario del Quijote:
- Batalla de flores,
- Cabalgata y Desfile de los coros de Clavé [no montadas], 170 metros (unos 7 minutos), 7 de mayo de 1905. (Seguin, págs. 701-702).
- Tributo de las coronas a la estatua de Cervantes (170 m).
El 16 de noviembre se produce en el teatro Eslava de Madrid el estreno de la zarzuela en un acto El amigo del alma, en cuya trama se proyectaba una película homónima que jugaba un importante papel, como hemos comentado en nuestro post anterior. Sin duda es la película más original de las realizadas por Escobar, aunque su acción venía impuesta por las necesidades argumentales de la trama del espectáculo músico-teatral. De todas maneras, como me sugirió un conocido Doctor amigo mío, es interesante ver cómo aparecen varios personajes que no hacen nada, salvo pasear y dar ambiente a la playa, y cómo se aprovechan los poco más de dos minutos y medio de película para introducir la mayor cantidad posible de gags. También (según el citado Doctor) es curioso como plasman la playa.
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Los cuatro protagonistas de la zarzuela y la película El amigo del alma. |
En 1906 la Casa Escobar filma películas con ocasión de la boda real. Destaca Comitiva regia al salir de los Jerónimos (“el éxito más completo por su excelencia, y la cantidad grande de positivas editadas para el mundo entero”) como reseñaba su propia revista El Graphos, que se distribuía entre fotógrafos y cinematografistas.
De 1908 data Cacería regia en Láchar (enlace a la película en la plataforma de la Filmoteca Española). En ella aparece el rey en una montería de caza menor en una finca de la provincia de Granada.
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| El rey Alfonso XIII en un momento de la película Cacería regia en Láchar (1908) |
- "Antonio García Escobar", en GRIMH (Grupo de Reflexión sobre la Imagen del Mundo Hispánico). Véase especialmente el apartado 2.
- Gran Vida, año XVIII, núm. 205, Madrid, julio de 1920, pág. 207





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